miércoles, julio 11, 2007

Chascarrillo ......

Cualquier parecido con la realidad es mera concidencia...

Un muchacho, tocó a la puerta de la casa de su novia. Tuvo el tino de abrir el padre de la muchacha

- Si...¿Qué desea, joven?
- Pues, verá usted, vengo a hablar con usted.
- Bueno, pues, pase joven, vayamos a la sala y ahí me cuenta de qué quiere hablar conmigo......¿Y bien?

El joven, todo decidido, respondió:

- Mire usted, vengo a comunicarle que a su hija y a mí nos gustaría compartir nuestras vidas, y nos queremos casar.

El señor sonrió.

- Pues está muy bien eso de que se casen, pero cuénteme, muchacho, ¿ya cuenta con un salario digno para poder sustentar a mi hija y los hijos que vengan?
El joven, con todo el aplomo de mundo, contestó:

- Mire, aunque soy ingeniero titulado, no gano mucho. Sin embargo, su hija me ha comunicado lo que ganan su distinguida esposa y usted. Por lo cual, confío en tener una pequeña ayuda de ustedes para poder pagar el teléfono, el agua, la luz y el supermercado.

Un poco sorprendido por la respuesta, el padre, hizo otra pregunta:

- Bueno, ¿y piensan comprar un departamento o una casa? ¿O Prefieren rentar.
El joven, con mirada inocente, contestó:
- Si antes le pedí una pequeña ayuda para poder ir viviendo, hemos pensado que, como ésta casa es muy grande y pueden vivir perfectamente dos matrimonios, no es necesario comprar o alquilar departamento o casa. Deseamos vivir en ésta casa con ustedes.

El señor, desconcertado por la actitud del muchacho, continuó con el interrogatorio:

- Dígame algo, ¿tiene automóvil?

El joven, sonriendo, respondió:
-Mire, no tengo coche porque he estado pensando que si usted Tiene tres, para qué vamos a comprar uno más. Usted nos deja el que les sobra y así no es necesario adquirir otro.

En ese instante, entró en la sala la madre de la novia, quien, mirando primero al joven y luego a su esposo, preguntó cordialmente:

- ¿Se puede saber de qué platican?

El esposo respondió:
- Querida mía, qué bueno que llegas, quiero presentarte al Señor Gallina, quien pretende ser el futuro marido de nuestra hija.

El joven, desconcertado y molesto, inquirió:

- Oiga, ¿por qué me llama Señor Gallina?

A lo que el presunto suegro reviró:

- Y bueno, grandísimo hijo de la chingada..... ¿cómo demonios quieres que te llame si hasta ahora lo único que vas a poner son los huevos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

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